El Albergue para Personas con Discapacidad Visual Envejecientes, presidido por Pedro Pablo Rosario, ha denunciado que la organización opera en condiciones críticas debido a la falta de recursos económicos. Rosario solicitó al gobierno que incluya al albergue en el presupuesto nacional para el próximo año, destacando la urgencia de atención a esta población vulnerable.
Durante la presentación de la nueva directiva que regirá la institución por los próximos cuatro años, Rosario enfatizó: “Esta población realmente necesita la mano del gobierno. Nosotros atendemos a los envejecientes con alimentos, medicinas y bastones, y muchos de ellos requieren reparaciones en sus viviendas. Algunos viven solos y carecen de compañía para acudir a consultas médicas”.
La denuncia se hace más grave al señalar que cientos de envejecientes con discapacidad visual han quedado fuera del apoyo gubernamental, pues la última ayuda recibida fue en 2022, con una partida de solo 300 mil pesos. El nuevo presidente también abogó por la implementación de un plan de pensiones solidarias para quienes, por su edad y condiciones de salud, no pueden trabajar.
Sin ingresos propios ni respaldo del gobierno, estos abuelitos dependen de la caridad y donaciones de instituciones no gubernamentales, así como de la generosidad de algunos ciudadanos. A pesar de las precariedades, el albergue continúa brindando asistencia a un grupo de alrededor de cien personas, destacando la importancia de un apoyo institucional para garantizar su bienestar.
