Ayer, la comisión que estudia el proyecto de ley para la reforma fiscal en la República Dominicana escuchó durante 11 horas a 115 expositores, todos con posiciones críticas hacia la propuesta. Aunque la audiencia pública fue un escenario para que diversos sectores expresaran sus preocupaciones, la comunicadora Altagracia Salazar destacó en su comentario que mientras se desarrollaban estas vistas, el presidente de la República se reunió en privado con líderes empresariales y religiosos.
Salazar señaló que, mientras ciudadanos hacían catarsis en el Congreso, los evangélicos lograron un acuerdo con el presidente, asegurando que quedarían exentos de cargas fiscales, y los grandes empresarios tuvieron su propia reunión, lejos del ojo público. La ironía, según Salazar, radica en que quienes participaron en las vistas públicas pueden quedar relegados frente a aquellos que gestionaron sus intereses directamente con el mandatario.
La comunicadora también subrayó la necesidad de una reforma con equidad, que no solo recaiga sobre los contribuyentes comunes, sino que también aborde temas como la evasión fiscal y las exoneraciones a sectores poderosos. Salazar concluyó diciendo que las redes sociales han amplificado el descontento popular, pero que, para generar cambios reales, la presión ciudadana debe ir más allá de lo viral.
