El excongresista republicano Matt Gaetz ha decidido retirar su nombre como nominado para el cargo de fiscal general de Estados Unidos, un puesto propuesto por el presidente electo Donald Trump. En un comunicado publicado en redes sociales, Gaetz explicó que aunque recibió un fuerte respaldo, su candidatura se había convertido en una “distracción injusta” para el trabajo crítico que debe realizar la nueva administración a partir de enero.
La decisión de Gaetz llega en medio de una creciente polémica por acusaciones de abuso sexual, particularmente alegaciones de relaciones con menores de edad. Además, se mencionaron posibles investigaciones sobre su consumo ilegal de drogas. Estos escándalos empañaron su nombramiento y lo colocaron en el centro de una controversia nacional. La noticia se produce a un día de que el Comité de Ética del Congreso se preparara para publicar un informe relacionado con las acusaciones en su contra.
El nombramiento de Gaetz había sido especialmente controvertido debido a su falta de experiencia profesional en el ámbito legal, además de los escándalos personales que lo perseguían. Su posible ascenso a dirigir el Departamento de Justicia se veía como una transición de ser investigado por el mismo departamento que eventualmente podría haber liderado, lo que provocó rechazo incluso dentro de su propio partido.
A pesar de sus intentos por convencer a los senadores de su idoneidad para el puesto, el apoyo para su nominación en el Senado era mínimo, y muchos especulaban sobre las altas probabilidades de que no lograra la confirmación.