El juicio de fondo contra Johana del Carmen Madera, acusada de usurpación de identidad y chantaje, dio un giro inesperado el miércoles pasado cuando testigos clave, incluidos su mensajero y su chofer, declararon en su contra. Madera, quien presuntamente se hizo pasar por uno de los padres de los alumnos del colegio Mundo Creativo Montessori para amenazar y manipular a otros padres, ha visto cómo el caso toma un rumbo más complejo.
Según el informe preliminar del Ministerio Público, Madera creó un grupo de WhatsApp en el que se identificó como un padre preocupado por el bienestar de los estudiantes y usó imágenes de los niños, tomadas durante actividades escolares, para generar caos. En el grupo, se mencionó que los niños tenían piojos, lo que generó alarma entre los padres. Además, Madera habría amenazado a varios de los involucrados, incluyendo a mujeres y periodistas, utilizando cuentas falsas de redes sociales, haciéndose pasar por Karla Fitch.
El testimonio de José Victoriano Pérez, mensajero de Madera, fue crucial en la audiencia del miércoles, pues aseguró que Madera le ordenó comprar un celular con capacidad para manejar varias cuentas telefónicas, y que lo pagó con su propia tarjeta de crédito. Esta prueba, junto a la declaración del chofer de Madera, quien afirmó que la acusada le pagaba para que buscara mujeres dispuestas a querellarse contra Karla Fitch, refuerzan la acusación de manipulación y extorsión.
Además, se mencionaron las repetidas amenazas recibidas por varias personas vinculadas al caso. A pesar de las pruebas, Madera ha insistido en que ella misma denunció las cuentas como falsas, asegurando que no tenía nada que ver con las amenazas.
El juicio continúa en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, donde se escucharon al menos diez testimonios. La defensa de Madera insiste en su inocencia, mientras que el Ministerio Público mantiene su acusación de que se trató de un plan orquestado para chantajear y generar temor entre los padres del colegio.