“En Haití no hay un lugar seguro ni siquiera para pasar estas fechas navideñas”, declaró uno de los solicitantes. Otro afirmó: “Quiero visitar a mi familia, pero ahora no puedo. La violencia es extrema; queman casas, matan personas”.
Los haitianos reconocen el derecho de República Dominicana a regular la migración, pero piden una tregua temporal en las deportaciones para poder movilizarse durante las celebraciones navideñas. “Que nos den un chancecito, aunque sea por dos o tres días, después pueden seguir con las deportaciones”, expresó uno de los entrevistados.
Además, muchos de ellos denuncian dificultades para regularizar su estatus migratorio debido a problemas con la emisión de visas por parte del gobierno haitiano. “Hay haitianos que tienen su pasaporte, pero no pueden acceder a una visa. ¿Por qué no las están vendiendo?”, cuestionó otro ciudadano afectado.
La incertidumbre sobre el futuro y la necesidad de estabilidad económica llevan a algunos a optar por rutas irregulares para buscar mejores oportunidades en República Dominicana. Sin embargo, los deportados expresan su voluntad de regularizar su situación si se les facilita el acceso a documentación legal.
A pesar del sombrío panorama, los haitianos mantienen la esperanza de que su país pueda superar la crisis actual y ofrecer un entorno seguro para sus ciudadanos.