Una tormenta invernal histórica azotó Texas y Oklahoma, dejando acumulaciones de más de nueve pulgadas de nieve que trajeron consigo un sinfín de dificultades. Los accidentes fueron inevitables, provocando caos en las carreteras, con cientos de conductores varados y múltiples rutas cerradas.
La tormenta no solo ha afectado el transporte, sino que también dejó a más de 2000 viviendas sin servicio eléctrico, empeorando las condiciones para miles de residentes. En uno de los vecindarios más humildes, la señora Juana expresó la angustia de estar completamente sola y sin poder salir de su hogar debido a las inclemencias del tiempo. “Cada vez que estoy comiendo, esto me hace llorar. Estoy sola, estoy solita”, compartió con lágrimas.
Por otro lado, en el mismo vecindario, Honorio García, a pesar de los riesgos, sigue saliendo a trabajar, enfrentándose a las resbaladizas condiciones de las calles. “Los carros se fueron y los albergues siguen proporcionando recursos para quienes lo necesitan”, explicó uno de los trabajadores que ayuda en el norte de Texas.
Los centros de refugio han estado operando incansablemente, ofreciendo comida, cobijas y abrigos a quienes se han visto afectados por la tormenta. La situación también ha tenido repercusiones en el transporte aéreo, con cientos de vuelos cancelados o demorados. Además, las autoridades investigan si la tormenta fue la causa de un despegue fallido de una aerolínea, dejando varias personas heridas.
El pronóstico meteorológico indica que las fuertes nevadas continuarán en los próximos días, extendiendo las complicaciones para miles de familias en la región. Los estados del sureste, como Carolina del Norte, también han emitido declaraciones de emergencia debido a las intensas nevadas y sus impactos.
