En un análisis profundo sobre la geopolítica actual, Manuel Cruz vaticina que las disputas entre potencias mundiales, especialmente entre China y Estados Unidos, se intensificarán debido al dominio de territorios marítimos, en particular en la región del Indo-Pacífico.
Cruz destacó que la región Indo-Pacífico es la más importante del siglo XXI, debido a factores estratégicos y económicos clave, como el desplazamiento del Atlántico al océano Índico, la irrupción de China como superpotencia global y la aparición de India como un rival emergente. Estos cambios están redefiniendo las relaciones internacionales, con el control de las rutas comerciales marítimas como un punto de conflicto crucial.
El experto recordó que la geopolítica moderna tiene sus raíces en teorías del siglo XIX, como las de Alfred Mahan, quien destacó la importancia de dominar los mares para ser una superpotencia. Además, enfatizó que más del 60% del Producto Interno Bruto global se concentra en esta región estratégica, lo que intensifica las tensiones por el control de estas aguas vitales.
En particular, Cruz subrayó los problemas territoriales entre China y sus vecinos, como Japón, Taiwán, Filipinas, y los reclamos en el mar Meridional de China, donde seis países se disputan el control de áreas ricas en recursos. A esto se suman las rivalidades históricas entre China e India, así como los conflictos en la península de Corea.
La situación es aún más compleja por las alianzas estratégicas, como la relación entre Rusia y China en torno a la “Ruta de la Seda”, que involucra a Asia Central, un punto clave para el control de las rutas comerciales entre Europa y Asia.
Cruz concluyó que el siglo XXI será testigo de una multiplicación de conflictos en la región, con el Indo-Pacífico como el centro de la confrontación global. Los países involucrados, desde Estados Unidos hasta las potencias emergentes, deberán enfrentarse a desafíos geopolíticos que reconfigurarán el panorama mundial en los próximos años.
