Mientras el humo de los incendios forestales en Canadá continúa desplazándose hacia el sur, varias regiones de Estados Unidos están bajo alertas por mala calidad del aire, justo cuando inicia oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico. Las autoridades meteorológicas han advertido que este año se esperan entre 13 y 19 tormentas, un número superior al promedio habitual de 14. De estas, al menos seis podrían convertirse en huracanes, incluyendo hasta cinco de categoría tres o mayor.
Desde el Centro Nacional de Huracanes en el sur de Florida, los expertos ya trabajan a toda marcha monitoreando posibles desarrollos tropicales. Carlos Robles, jefe de meteorología, reportó que durante el fin de semana se ha seguido de cerca una tormenta en el Pacífico, mientras los especialistas afinan los pronósticos de trayectoria e intensidad para el Atlántico.
Gladis Rubio, especialista en pronósticos tropicales, recordó la importancia de la preparación. “Todos los residentes de la Florida, el Caribe y la costa del Golfo deben prepararse, porque estas son zonas propensas al impacto de sistemas tropicales”, afirmó. Además, destacó que los pronósticos ahora incluyen alertas más detalladas sobre lluvia, tornados aislados y marejadas ciclónicas, ampliando el margen de prevención más allá del cono de trayectoria.
En esta temporada, la inteligencia artificial también jugará un papel clave al facilitar la traducción inmediata de boletines del clima al español, garantizando que la comunidad latina reciba información precisa y oportuna. El mensaje de los meteorólogos es claro: prepararse puede marcar la diferencia entre el caos y la seguridad.
Además de los riesgos meteorológicos, el humo procedente de los incendios en Canadá ha agravado la situación ambiental en varias zonas del noreste de Estados Unidos. Ciudades como Nueva York, Boston y Washington, D.C., han reportado niveles peligrosos de contaminación del aire, lo que ha llevado a emitir recomendaciones de salud, especialmente para niños, personas mayores y quienes padecen enfermedades respiratorias. Las autoridades aconsejan limitar las actividades al aire libre y utilizar mascarillas en áreas con mayor concentración de humo.
