Jefe De Gabinete De Ministros De Argentina Abandona El Senado Al Ser Llamado “mentiroso”

Jefe de Gabinete de Ministros de Argentina abandona el Senado al ser llamado “mentiroso”.

El jefe de Gabinete de Ministros de Argentina, Guillermo Francos, abandonó abruptamente el Senado este miércoles luego de que la senadora ultra kirchnerista Cándida López (Tierra del Fuego) lo tildara de “mentiroso” durante su presentación del informe de gestión del Gobierno.

Visiblemente molesto por el calificativo, Francos respondió que no toleraría faltas de respeto y cuestionó la utilidad de su permanencia en la Cámara alta: “¿Para qué me voy a quedar, si no me creen?”, declaró a medios presentes como Infobae antes de retirarse, dejando su exposición inconclusa y provocando un inesperado cuarto intermedio.

El incidente generó un clima de tensión política que dejó mal parado al bloque del Frente de Todos, especialmente luego de que, minutos antes, varios senadores oficialistas destacaran la trayectoria política de Francos e incluso sugirieran la posibilidad de un indulto presidencial para Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple actualmente prisión domiciliaria.

En medio del caos, el jefe del peronismo en el Senado, José Mayans, intentó calmar a López, sin éxito. Su intervención (“Pero pará un poquito, che”) se escuchó con claridad en la transmisión oficial, justo antes de que Francos se retirara del recinto. Tras su salida, la Cámara votó convocarlo nuevamente para el próximo miércoles a las 11 de la mañana.

La sesión también estuvo marcada por declaraciones inesperadas, como las de la senadora rionegrina Silvina García Larraburu, quien apeló al diálogo y llamó a Francos a reflexionar junto al presidente Javier Milei sobre el impacto institucional de mantener a la principal referente opositora detenida. “No le hace bien al Gobierno ni al país entrar en un proceso electoral con Cristina Kirchner encerrada.

El indulto sería un mensaje político poderoso”, sostuvo. El episodio evidenció la creciente polarización entre el oficialismo libertario y el kirchnerismo, con un Senado dividido entre llamados al diálogo y ataques cruzados que complican la ya frágil gobernabilidad.