Boise, Idaho — Bryan Kohberger, acusado de asesinar brutalmente a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho en noviembre de 2022, se declaró culpable este miércoles tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía que le permitirá evitar la pena de muerte.
Kohberger, quien cursaba estudios de posgrado en justicia penal en la Universidad Estatal de Washington en el momento del crimen, admitió haber cometido los asesinatos durante una audiencia en el Cuarto Distrito Judicial de Idaho.
Las víctimas —Kaylee Goncalves, Ethan Chapin, Xana Kernodle y Madison Mogen— fueron halladas sin vida en una vivienda de alquiler cerca del campus universitario en Moscow, Idaho. Según las autopsias, fueron apuñaladas mientras dormían y algunas presentaban heridas defensivas. El caso conmocionó a la comunidad y desató una intensa investigación nacional que culminó con la detención de Kohberger semanas después en Pensilvania, gracias a pistas clave como registros telefónicos, grabaciones de vigilancia y un cuchillo militar vinculado a la escena del crimen mediante ADN.
Durante la audiencia, el juez Steven Hippler aclaró que no tomaría en cuenta la opinión pública al decidir sobre el acuerdo y recordó que no tiene autoridad para obligar a la Fiscalía a solicitar la pena capital. El juicio estaba originalmente previsto para agosto, pero ahora todo indica que Kohberger será sentenciado en las próximas semanas. La confesión formal, como parte del acuerdo, podría incluir detalles adicionales sobre el crimen, aunque aún no se ha revelado un motivo claro.
La familia de Kaylee Goncalves expresó su oposición al acuerdo, exigiendo que Kohberger revele la ubicación del arma homicida y describa con precisión los hechos. “Merecemos saber cuándo fue el principio del fin”, escribieron en una publicación en redes sociales. Aunque el caso ha dado un giro inesperado, muchas preguntas aún permanecen sin respuesta, entre ellas por qué el asesino perdonó a dos compañeros de casa y si existía alguna conexión con las víctimas.