París Reabre El Sena Para El Baño Después De Más De 100 Años

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París, Francia – A partir de este 5 de julio, los parisinos y visitantes podrán volver a bañarse legalmente en el río Sena, una práctica que estuvo prohibida por más de 100 años. Las autoridades de la capital francesa han habilitado tres zonas para el baño gratuito, incluyendo una ubicada cerca de la emblemática Torre Eiffel, como parte de una ambiciosa iniciativa medioambiental y urbana.

El proyecto estará vigente hasta el 31 de agosto y forma parte de los preparativos de la ciudad para los Juegos Olímpicos de París 2024, en los que el Sena jugará un papel central como escenario de varias competencias acuáticas. La reapertura también representa un hito en los esfuerzos de limpieza del río, que durante décadas fue considerado demasiado contaminado para cualquier tipo de uso recreativo.

Históricamente, los baños en el Sena fueron una costumbre común desde el siglo XVII, cuando se construyeron instalaciones públicas para tal fin. Sin embargo, en 1923, las autoridades prohibieron oficialmente esta práctica debido al creciente tráfico fluvial y a los altos niveles de contaminación, que representaban un riesgo para la salud pública.

A pesar de la prohibición, algunos parisinos se resistieron a abandonar la tradición y continuaron bañándose en el río hasta la década de 1960, cuando la degradación del agua lo hizo prácticamente imposible. Desde entonces, el Sena ha sido objeto de múltiples campañas de saneamiento, que finalmente han permitido esta reapertura simbólica.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, calificó la medida como un triunfo para la ciudad y un ejemplo de resiliencia ecológica. “El Sena vuelve a ser un río para todos, símbolo de nuestra capacidad para reconciliar la vida urbana con la naturaleza”, declaró durante el acto de inauguración de las zonas de baño.

Las tres áreas habilitadas contarán con vigilancia, señalización y condiciones sanitarias estrictas para garantizar la seguridad de los bañistas. Esta reapertura marca no solo un retorno a las tradiciones parisinas, sino también un paso adelante hacia un modelo de ciudad más sostenible y cercana a sus recursos naturales.