Bolsonaro Usará Tobillera Electrónica: “Una Humillación”

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro enfrenta un giro dramático en su situación legal: este viernes, la Policía Federal le colocó una tobillera electrónica en el tobillo por orden del Supremo Tribunal Federal (STF), dentro de un nuevo operativo judicial. Además, se le impusieron restricciones que incluyen toque de queda nocturno y prohibiciones específicas: no podrá acercarse a embajadas, contactar diplomáticos extranjeros ni usar redes sociales.

Bolsonaro manifestó a la prensa en Brasilia que esta medida representa “una humillación suprema” y aseguró que “nunca” pensó en huir del país ni buscar refugio en alguna embajada. Según el fallo del STF, el dispositivo busca prevenir un posible intento de fuga o interferencia exterior en un juicio que lo acusa de conspiración y de planear un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 .

En paralelo al operativo judicial, agentes registraron la residencia de Bolsonaro y la sede de su partido en Brasilia, confiscando su pasaporte y una suma de dinero en efectivo, estimada en 14 mil dólares, También se le impuso un toque de queda entre las 19:00 y las 07:00 horas.

El contexto político añade tensión: el expresidente estadounidense Donald Trump ha criticado el proceso, calificándolo de “persecución política”, y anunció que estudiará aplicar aranceles al 50 % a productos brasileños si continúa la causa. En una acción de reciprocidad, EE.UU. revocó la visa del juez Alexandre de Moraes, quien supervisa el caso, desencadenando una crisis diplomática.

Mientras tanto, Bolsonaro niega las acusaciones y asegura que las medidas son “políticas”. Advierte que todo el proceso en su contra es parte de una “cacería de brujas” y que su familia –especialmente su hijo Eduardo, en EE.UU.– sufre consecuencias por la causa judicial.

Este episodio marca un momento clave en la vida política brasileña, con un expresidente bajo vigilancia electrónica y restricciones severas mientras enfrenta acusaciones graves. El juicio continúa en los próximos meses, con un país dividido entre quienes apoyan el endurecimiento judicial y quienes denuncian una persecución política.