Consumo De Alcohol En EE.UU. Alcanza Mínimo Histórico, Según Encuesta

Washington D.C. – El consumo de alcohol entre los estadounidenses alcanzó un mínimo histórico, según un reciente sondeo, marcando la cifra más baja registrada en los 90 años de recopilación de datos por la empresa Gallup. Solo un 54% de los encuestados afirmó consumir bebidas alcohólicas, un descenso significativo frente al 62% reportado en 2023.

Los expertos señalan que esta disminución refleja un cambio generacional y un aumento de la conciencia sobre los efectos del alcohol en la salud. Aunque los hombres siguen liderando el consumo frente a las mujeres, la tendencia general indica una reducción en la ingesta, especialmente entre adultos de mediana edad. El estudio sugiere que muchos estadounidenses están optando por moderar su consumo o abstenerse por completo, marcando un giro en los hábitos sociales del país.

El sondeo también revela que la disminución en el consumo no se limita a un grupo específico de edad, sino que se observa de manera más marcada entre adultos jóvenes y de mediana edad, quienes muestran mayor conciencia sobre los riesgos asociados al alcohol. Entre las razones citadas por los encuestados se incluyen preocupaciones por la salud, bienestar mental y cambios en el estilo de vida.

Especialistas en salud pública destacan que este cambio podría tener efectos positivos a largo plazo en la reducción de enfermedades relacionadas con el alcohol, accidentes de tránsito y problemas sociales vinculados al consumo excesivo. “Estamos viendo un patrón donde los estadounidenses priorizan hábitos más saludables y sostenibles”, indicó un investigador del estudio.

Pese a la disminución general, el consumo sigue siendo más elevado en hombres que en mujeres, aunque la brecha se ha reducido ligeramente en los últimos años. Los analistas señalan que la tendencia histórica sugiere que esta caída podría mantenerse, transformando significativamente la cultura del consumo de alcohol en el país.

Los datos del sondeo también muestran que esta tendencia podría influir en la industria de bebidas alcohólicas en Estados Unidos, obligando a las empresas a adaptarse a un mercado más consciente de la salud y orientado hacia alternativas con menor contenido de alcohol o bebidas no alcohólicas.