Migración Deporta A 497 Nacionales Haitianos En Condición Irregular Por La Frontera De Pedernales

El Servicio de Migración dominicano deportó a 497 ciudadanos haitianos hacia su país de origen, luego de comprobar que no contaban con la documentación legal requerida para permanecer en territorio nacional.

Según el reporte, el grupo estuvo integrado por 287 hombres y 210 mujeres, quienes fueron trasladados desde el centro de retención de Jaina hasta la zona fronteriza, donde se efectuó el retorno a través del pueblo de Anapitre, en la provincia de Pedernales.

Las autoridades indicaron que el operativo forma parte de los controles migratorios que se mantienen activos en todo el país para detectar y repatriar a extranjeros en situación irregular.

El proceso fue ejecutado bajo la supervisión de agentes de Migración y del Ejército de la República Dominicana, garantizando —según las autoridades— el respeto a los protocolos establecidos y los derechos humanos de las personas repatriadas.

La Dirección General de Migración (DGM) reafirmó su compromiso de continuar aplicando las leyes migratorias nacionales, asegurando que las acciones buscan mantener el orden y la seguridad fronteriza, especialmente en las zonas del sur donde se ha registrado un aumento de la movilidad irregular proveniente de Haití.

RD y Haití

Las relaciones entre Haití y República Dominicana se han caracterizado históricamente por una mezcla de cooperación y tensiones. En los últimos años, la inestabilidad política, la violencia de las bandas armadas y la crisis humanitaria en Haití han generado un aumento de la migración irregular hacia territorio dominicano, lo que ha provocado respuestas firmes por parte del gobierno dominicano, incluyendo deportaciones, construcción de un muro fronterizo y medidas restrictivas.

A pesar de estas fricciones, ambos países han mantenido canales diplomáticos abiertos para abordar temas de interés común como el comercio, la seguridad fronteriza y la salud pública. 

Organismos internacionales y actores regionales han insistido en la necesidad de una cooperación más sólida y sostenida, especialmente en un contexto donde la estabilidad de uno influye directamente sobre el otro. La frontera, por su dinamismo económico y humano, sigue siendo un punto clave que requiere vigilancia, diálogo y acciones conjuntas.