Santo Domingo. – El economista Jaime Aristy Escuder explicó que el reciente aumento en la tasa de cambio del dólar que ronda los RD$64 por uno se debe a una política monetaria inestable que ha generado incertidumbre en el mercado financiero.
Aristy Escuder señaló que el Banco Central ha aplicado medidas “zigzagueantes”, alternando entre políticas expansivas y restrictivas, lo que ha provocado fuertes variaciones en la tasa de cambio. Dijo que, mientras la tasa de interés para ahorros ha bajado de forma pronunciada, las tasas de préstamos se mantienen altas, lo que desincentiva la inversión y el crecimiento económico.
El economista advirtió que esta combinación podría llevar a un cierre de año con la tasa de cambio por encima de los RD$65 por dólar. También recomendó a los ahorrantes no comprometer sus depósitos a largo plazo y esperar un ajuste de las tasas. “Si tienes pesos, quédate en pesos; si tienes dólares, quédate en dólares. No es momento de cambiar de posición”, subrayó.
Aristy Escuder también señaló que el déficit comercial y el aumento del gasto público han incidido en la presión sobre el tipo de cambio. Explicó que la entrada de divisas por turismo y zonas francas no ha sido suficiente para compensar la salida de dólares destinada al pago de importaciones, deuda externa y subsidios energéticos. “El país está gastando más de lo que produce en dólares, y eso se refleja directamente en el alza del tipo de cambio”, precisó.
Asimismo, criticó que el Gobierno haya optado por mantener una política fiscal expansiva en un contexto de desaceleración, lo que a su juicio agrava la falta de confianza en el mercado. “El sector privado percibe señales contradictorias: por un lado, el Banco Central busca controlar la inflación, pero por otro, el gasto público sigue creciendo sin un plan claro de sostenibilidad”, puntualizó el economista.
Finalmente, advirtió que si no se toman medidas consistentes para estabilizar la economía, el país podría enfrentar un escenario de mayor inflación y pérdida del poder adquisitivo en los próximos meses. Propuso una estrategia de coordinación entre la política fiscal y la monetaria, junto con un fortalecimiento de las reservas internacionales para devolver estabilidad al tipo de cambio y confianza a los inversionistas.