El comunicador Oscar Medina lanzó una crítica frontal contra la nueva normativa emitida por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), que establece estándares internacionales para cascos homologados de motociclistas. Durante su comentario en el programa Hoy Mismo Matinal, Medina calificó la medida como una “burla” y un acto de “poco oficio”, argumentando que la entidad es incapaz de hacer cumplir reglas básicas del tránsito, por lo que considera inútil crear normativas más complejas.
El analista sostuvo que el INTRANT ni siquiera logra que los motoristas respeten la luz roja del semáforo, aun cuando los agentes de la DIGESETT están presentes. Criticó que muchos motociclistas también manejan en vía contraria y se suben a las aceras sin recibir sanción alguna, lo que, a su juicio, evidencia un desorden absoluto que la autoridad no controla. Ante este panorama, Medina cuestionó cómo se hará cumplir un reglamento técnico basado en estándares de Europa, China, Brasil y Colombia, si no se logra aplicar lo más elemental: “rojo, amarillo y verde”.
El comunicador insistió en que la nueva normativa parte de un enfoque equivocado, pues —según afirmó— intenta corregir el problema desde el final y no desde el origen. A su entender, el verdadero orden debe comenzar por controlar la importación de motocicletas, regular el uso de las placas y aplicar sanciones efectivas, herramientas sin las cuales cualquier reglamento está condenado al fracaso. Recordó que en gestiones anteriores existían grúas que retiraban las motocicletas usadas para violar la ley, una práctica que, según dijo, se ha perdido.
Medina advirtió que el caos generado por los motores se ha deteriorado durante la administración actual, con cifras crecientes de accidentes, heridos y muertes en las calles. También resaltó el impacto social de los delitos cometidos por motoristas —especialmente los atracos—, lo que agrava aún más la percepción de inseguridad en la población. Para él, la incapacidad de frenar estas conductas hace que la normativa de cascos homologados pierda sentido desde su origen.
Finalmente, el comunicador reiteró que lanzar una regulación técnica en medio de lo que describió como un “maldito desorden” no solo resulta inútil, sino que también resta credibilidad al INTRANT. A su juicio, mientras no se enfrenten los problemas estructurales del tránsito y el comportamiento de los motoristas, cualquier intento de sofisticar la regulación será visto por la ciudadanía como otra norma destinada a no cumplirse.
