Inabie Destaca Menús Del Almuerzo Escolar Garantizan Mayoría De Nutrientes A Estudiantes

SANTO DOMINGO.— El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) destacó que los menús del programa de alimentación escolar están diseñados para garantizar la mayoría de los nutrientes diarios que los alumnos requieren, favoreciendo su bienestar físico y mental, así como su capacidad de aprendizaje.

Luis Lizardo, director de Salud y Nutrición del Inabie, explicó que los menús incluyen todos los grupos de alimentos y cada plato aporta fuentes de proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, cubriendo en promedio un 44 % de los requerimientos diarios por grupo de edad.

Además, cada menú se acompaña de un recetario que indica la preparación de los platos y lineamientos nutricionales para asegurar el uso de ingredientes naturales y métodos de cocción que impacten positivamente en la salud y nutrición de los escolares.

Con estas medidas, el Inabie refuerza su compromiso de ofrecer una alimentación balanceada y saludable dentro del sistema educativo, buscando contribuir al desarrollo integral de los estudiantes.

Lizardo resaltó que los menús son revisados y ajustados periódicamente para garantizar que cumplan con los estándares nutricionales y se adapten a las necesidades de cada grupo de edad, fortaleciendo así la formación de hábitos alimenticios saludables desde temprana edad.

El programa de alimentación escolar también contempla la capacitación del personal encargado de la preparación de los alimentos, asegurando que las prácticas de higiene y manipulación sean óptimas, lo que contribuye a la prevención de enfermedades y mejora la seguridad alimentaria de los estudiantes.

Con estas iniciativas, el Inabie busca no solo cubrir las necesidades nutricionales básicas, sino también fomentar un entorno educativo donde la alimentación saludable sea un pilar para el desarrollo integral y el rendimiento académico de los alumnos.

Asimismo, se enfatizó que el programa se mantiene en constante evaluación para incorporar innovaciones y mejoras que respondan a los cambios en los requerimientos nutricionales y a las recomendaciones de expertos en salud infantil, garantizando así un impacto positivo sostenido en la comunidad escolar.