Trump Pide Revocación De La Licencia De ABC Y Llama “cerdita” A Una Reportera

El presidente Donald Trump protagonizó este lunes un nuevo enfrentamiento con la prensa, al exigir públicamente que se revoque la licencia de transmisión de la cadena ABC, acusándola de “difundir noticias falsas” y “ocultar información” relacionada con el caso Epstein.

El incidente se produjo cuando la corresponsal de ABC en la Casa Blanca, Mary Bruce, cuestionó al mandatario sobre por qué no había revelado ciertos archivos vinculados al pederasta Jeffrey Epstein. Trump respondió airadamente que sus reportes eran “muy equivocados” y que “debería aprender a ser reportera”.

Momentos después, a bordo del avión presidencial, se produjo un segundo choque. Otra periodista intentó preguntarle sobre correos electrónicos de Epstein que lo mencionan directamente. Trump la apuntó con el dedo, la mandó a callar y la insultó llamándola “cerdita”, desatando críticas inmediatas sobre su trato hacia la prensa y el uso de lenguaje despectivo desde la oficina presidencial.

Tras el incidente, organizaciones de defensa de la libertad de prensa condenaron las declaraciones del presidente, señalando que pedir la revocación de la licencia de un medio constituye “una amenaza directa” a la independencia periodística. Voceros de ABC, consultados posteriormente, evitaron entrar en confrontación, pero reafirmaron su compromiso con “informar con rigor, sin intimidaciones ni presiones políticas”.

Analistas en Washington consideran que los ataques de Trump forman parte de una estrategia para desacreditar investigaciones periodísticas que podrían afectarlo políticamente. En especial, aquellos reportes que profundizan en sus vínculos con Jeffrey Epstein, un tema que ha vuelto a cobrar fuerza tras nuevas filtraciones y documentos que mencionan al mandatario.

Mientras tanto, el clima entre la prensa que cubre la Casa Blanca se mantiene tenso. Varios corresponsales afirmaron off the record que el ambiente “se ha vuelto hostil”, y que los episodios de insultos y señalamientos se han vuelto más frecuentes. Aun así, aseguran que continuarán cuestionando y pidiendo respuestas, pese a la creciente presión desde la presidencia.