El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) ratificó este lunes al presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Ignacio Pascual Camacho Hidalgo, quien continuará al frente de la alta corte para el próximo período. Junto a él también fueron confirmados los magistrados Fernando Fernández Cruz y Pedro Pablo Gerermeros Forastieri, fortaleciendo la continuidad institucional del tribunal.
Para completar los cinco jueces titulares, el CNM designó a las abogadas Rafelina Peralta Arias y Lenis Rosángela García, ambas acompañadas de sus respectivos suplentes, en una sesión donde todas las decisiones fueron tomadas por unanimidad, según informó la secretaria del Consejo, Nancy Salcedo. También fueron anunciados los suplentes: Lourdes Teresa Salazar (de Camacho), Juan Cuevas (de Gerermeros), Juan Manuel Martín Garrido (de Fernández), Fredy Ángel Castro (de Peralta) y Víctor Rafael Mineg (de García).
En cuanto a la selección de nuevos jueces para la Suprema Corte de Justicia, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoniano Peralta, indicó que esa decisión se tomará en una sesión posterior cuya fecha aún no ha sido anunciada. El CNM adelantó que en los próximos días informará cuándo retomará sus reuniones para completar ese proceso pendiente.
Los miembros seleccionados para dirigir el Tribunal Superior Electoral serán juramentados el 4 de enero de 2026, marcando así la renovación formal del organismo responsable de las disputas electorales del país.
El proceso de evaluación se desarrolló durante varias jornadas en el Palacio Nacional, donde los aspirantes fueron entrevistados sobre sus criterios jurídicos, experiencia en materia contenciosa electoral y su visión sobre la independencia del Poder Judicial. Fuentes internas del CNM indicaron que el énfasis estuvo puesto en fortalecer la credibilidad del TSE de cara al próximo ciclo electoral, un punto considerado clave tras las últimas controversias en materia de impugnaciones y litigios partidarios.
Diversos sectores políticos reaccionaron de inmediato a las designaciones, algunos destacando la continuidad que representan las ratificaciones y otros resaltando el aporte que podrían traer las nuevas magistradas al equilibrio interno del tribunal. Sin embargo, todos coincidieron en que el nuevo pleno del TSE tendrá el desafío de garantizar procesos más ágiles, decisiones mejor fundamentadas y un manejo transparente de los conflictos electorales que pudieran surgir en los próximos años.