Un supuesto profeta de Ghana, conocido como Ebo Noé, ha captado la atención internacional luego de afirmar que recibió una revelación divina que advierte sobre un diluvio mundial que, según dice, iniciaría el 25 de diciembre de 2025 y se prolongaría por varios años.
De acuerdo con su testimonio, el supuesto mensaje de Dios lo impulsó a construir ocho arcas de madera desde principios de este año, como una forma de preparación ante la catástrofe que anuncia. El hombre sostiene que su llamado no es material, sino espiritual, e insta a la población a arrepentirse y reflexionar, estableciendo paralelismos con la figura bíblica de Noé.
Las declaraciones del autodenominado profeta han tenido una rápida propagación en redes sociales, donde sus videos acumulan miles de reacciones y comentarios. Mientras algunos usuarios expresan temor y aseguran creer en la profecía, otros cuestionan sus intenciones y califican el mensaje como alarmista o oportunista.
Especialistas en ciencias climáticas han reiterado que no existen indicios científicos que respalden la posibilidad de un diluvio global de esas características. Por su parte, líderes religiosos han llamado a la prudencia, recordando que las revelaciones de este tipo deben ser analizadas con responsabilidad y discernimiento.
Analistas advierten que este tipo de mensajes, cuando se viralizan sin sustento comprobable, pueden generar confusión, miedo colectivo y desinformación, especialmente en comunidades vulnerables. El fenómeno alrededor de Ebo Noé vuelve a poner sobre la mesa el impacto de las predicciones apocalípticas en la era digital y el poder de las plataformas para amplificar discursos sin verificación.
