¿Por Qué Individuos Que Ya Poseen Riqueza, Poder Y Seguridad Económica Recurren A La Corrupción?

El comunicador Ricardo Nieves realizó una profunda reflexión filosófica, histórica y sociológica sobre la corrupción en los sectores más poderosos de la sociedad, al preguntarse por qué personas con fortunas aseguradas para varias generaciones continúan robando sin necesidad material alguna.

Durante su comentario, Nieves partió de dos efemérides clave de la historia dominicana. Recordó que el 21 de diciembre de 1821 se proclamó la llamada Independencia Efímera, encabezada por José Núñez de Cáceres, la cual fracasó por la falta de apoyo internacional, particularmente de Simón Bolívar, y por la vulnerabilidad militar frente a Haití, lo que desembocó en una ocupación de 22 años.

Asimismo, evocó el 20 de diciembre de 1962, fecha en la que Juan Bosch ganó las primeras elecciones democráticas tras la dictadura de Trujillo. Nieves destacó la dimensión intelectual y literaria de Bosch, así como su proyecto de nación basado en la educación y la salud, el cual —señaló— fue truncado por sectores conservadores y militares en 1963.

A partir de ese contexto histórico, el comunicador centró su análisis en una pregunta recurrente: ¿por qué individuos que ya poseen riqueza, poder y seguridad económica recurren a la corrupción? Desde una perspectiva filosófica y religiosa, explicó que la insaciabilidad humana ha sido interpretada como pecado o como una desconexión interior, citando visiones orientales que advierten que el “espíritu exterior” jamás se satisface si el interior no está domado.

Desde la neurociencia, Nieves indicó que el cerebro humano busca primero seguridad biológica y psicológica, pero luego persigue la trascendencia. El problema surge —advirtió— cuando ese impulso de “ir más allá” se desfigura y se convierte en avaricia, codicia y acumulación sin límites.

Apoyándose en el pensamiento de Friedrich Nietzsche, sostuvo que muchos seres humanos construyen “máscaras” como la riqueza, la fama o el poder para evadir una verdad inevitable: la vida es finita y breve. En ese intento por negar la muerte, algunos terminan justificando cualquier acción, incluso el robo y la traición social.

Nieves fue especialmente crítico al referirse a escándalos recientes de corrupción, mencionando de manera directa el caso Senasa. Calificó como “enlodadamente despreciable” que personas sin carencias materiales traicionen a una población vulnerable que depende de servicios esenciales para su salud y bienestar.

En ese sentido, reivindicó el concepto de decencia, recordando que proviene del latín decere, que significa “hacer lo correcto”. Cuestionó además que el sistema educativo fomente el éxito, el ascenso social y el “llegar”, pero no la formación ética, la empatía ni el respeto por la alteridad, es decir, por el otro.

Finalmente, advirtió que en la actualidad los actos de corrupción no se borran con el tiempo. A diferencia del pasado, hoy existe la memoria digital: la “nube del algoritmo”, Google y las redes sociales conservan nombres, rostros y episodios para las futuras generaciones.

Nieves concluyó que el verdadero coraje no consiste en la confrontación física ni en la acumulación de poder, sino en “mantener la dignidad a flote aun en las condiciones más infames”, dejando una reflexión final que resume su postura ética:

“Lo mejor que le puede pasar a un ser humano es tener un buen corazón; lo demás es añadidura pasajera”.