Una Vez Que Inicie El Cónclave Puede Haber Fumatas Hasta Dos Veces Al Día

Ciudad del Vaticano, 26 de abril de 2025 – Con la inminente apertura del cónclave que elegirá al próximo Papa, el mundo entero se prepara para vivir jornadas llenas de expectación y simbolismo. Según explicó el padre Leonardo, recientemente doctorado en ceremonias de sede vacante, una vez iniciado el cónclave podrían registrarse fumatas hasta dos veces al día: una en la mañana y otra en la tarde.

“La ceremonia comienza con la misa Pro Eligendo Papa, donde se invoca al Espíritu Santo para inspirar a los cardenales“, explicó en entrevista con Aranza Loisaga. El primer día, tras la solemne procesión hacia la Capilla Sixtina, sólo se realizará una votación. A partir del segundo día, los purpurados podrán votar dos veces en la mañana y dos veces en la tarde, aunque las fumatas el tradicional humo que indica el resultado de las votaciones se verán solo una vez por jornada.

El misterio que envuelve el cónclave, celebrado a puertas cerradas, es precisamente lo que más atrae a millones de fieles. “El ser humano se siente naturalmente atraído por lo secreto“, comenta el padre Leonardo. Aunque algunos aspectos como la misa inicial o la procesión se transmiten por medios de comunicación, los escrutinios y deliberaciones internas siguen siendo absolutamente confidenciales.

Para que haya humo blanco, que anuncia la elección de un nuevo pontífice, es necesario que dos terceras partes de los cardenales electores se pongan de acuerdo en un nombre. Esta regla histórica, fortalecida y reformada a lo largo de los siglos, asegura un consenso firme en la elección.

Consultado sobre cuánto tiempo podría tomar la elección, el padre Leonardo estimó que, siguiendo la tendencia de los últimos cónclaves, “no pasaríamos de dos o tres días” para conocer el nombre del nuevo Papa. Sin embargo, advirtió que “el primer día no tendremos Papa”, dada la única votación programada.

Sobre el perfil del futuro líder de la Iglesia, el experto se mostró reservado: “Hay fuerzas en Italia, Asia e incluso en Norteamérica. Como ocurrió con el Papa Francisco, podríamos tener una gran sorpresa“.

Mientras tanto, el mundo entero se mantiene en vigilia, atento a cada señal que emerja del corazón del Vaticano.