Según informó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, durante la jornada se escucharon cerca de 20 intervenciones que abordaron temas de profunda relevancia para la Iglesia y el mundo. Entre los asuntos tratados, destacó la preocupación por el etnocentrismo dentro y fuera de la Iglesia, con llamados a superar visiones cerradas y promover una apertura pastoral y cultural más inclusiva.
La situación de los migrantes fue otro de los focos centrales, subrayando la necesidad de acogerlos como un “regalo” para las comunidades y de intensificar su acompañamiento tanto espiritual como humano. Asimismo, los cardenales expresaron su solidaridad con las víctimas de conflictos armados, particularmente en Asia y África, y remarcaron el papel activo que debe asumir la Iglesia en contextos de guerra y crisis humanitaria.