Madre Que Lanzó Restos De Su Hija En Tribunal De Higüey Irrumpe En Reunión De Jueces Para Exigir Justicia

En un desgarrador acto de desesperación, la señora Correa, madre de Yeira Idraivia Encarnación Correa, quien falleció trágicamente el año pasado, nuevamente irrumpió recientemente en una reunión de jueces para exigir justicia por la muerte de su hija de 16 años. En un emotivo y angustiante reclamo, la mujer denunció que las autoridades no han tomado acciones significativas en el caso, lo que la llevó a interrumpir el encuentro judicial.

“Mi hija está muerta, ¿y qué han hecho? Mi hija cumplió 18 años en el tribunal y no le dieron un ‘no lugar’ a nadie. Se burlaron de mí, se burlaron de mis sentimientos”, expresó entre lágrimas. En su intervención, también destacó que otros jóvenes, de 13 y 14 años, estuvieron involucrados en el incidente, pero no se les dio el tratamiento adecuado por parte de los fiscales y jueces.

El caso de la joven Yeira, quien falleció por asfixia por inmersión en el río Salto de Anamuya en marzo de 2024, ha dejado a la madre en un profundo dolor y frustración, ya que, según su testimonio, los esfuerzos por obtener justicia no han tenido avances. “¿Qué más quiero? ¿Qué más necesito? Dos o tres fiscales o jueces para que me vean?”, añadió, haciendo un llamado desesperado por la atención que siente que su hija y su familia merecen.

El trágico hecho

En marzo de 2024, Yeira y un grupo de amigos, incluidos menores de edad y adultos, se encontraban en el río Salto de Anamuya cuando, tras un rato, notaron su ausencia. Cuando la encontraron, la joven estaba botando espuma por la boca y no pudo ser reanimada. A pesar de los esfuerzos por salvarla, los intentos de reanimación fueron en vano. El cuerpo de la joven fue trasladado al hospital público local y, posteriormente, enviado al Instituto de Patología Forense para la autopsia de rigor.

En un acto de desesperación por la falta de avances en la investigación, la señora Correa desenterró los restos de su hija y los llevó al tribunal de Higüey en un intento por llamar la atención de las autoridades y la sociedad. Con una bolsa negra que contenía las osamentas de Yeira, se plantó frente al tribunal, mostrando la sábana con los restos de su hija fallecida, con la esperanza de que su grito de justicia finalmente fuera escuchado.