Asesinan A Tiros A Hombre Acusado De Hacer Brujería En San Antonio De Guerra

Asesinan a tiros a hombre acusado de hacer brujería en San Antonio de Guerra.

San Antonio de Guerra, Santo Domingo. – Un hombre, cuya identidad no ha sido revelada, fue asesinado a balazos la tarde de este jueves en el municipio San Antonio de Guerra, en un hecho que ha generado conmoción y múltiples especulaciones entre los residentes del lugar.

Según reportes preliminares, el hombre se encontraba en el patio de su vivienda atendiendo unos gallos en compañía de otra persona, cuando dos individuos a bordo de una motocicleta se presentaron en el lugar y, sin mediar palabras, abrieron fuego en su contra, provocándole la muerte en el acto.

Testigos de la comunidad aseguran que el fallecido supuestamente se dedicaba a realizar trabajos de brujería, lo que ha desatado comentarios y conjeturas en torno al posible móvil del crimen. Algunos vecinos no descartan que el ataque se trate de un caso de “rendición de cuentas”.

Tras el hecho, agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) de la Policía Nacional se presentaron en la escena para iniciar las indagatorias correspondientes y levantar evidencias que ayuden a esclarecer el caso.

Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido mayores detalles sobre los responsables ni sobre la identidad del occiso. El cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los fines legales.

Brujería en RD

En la República Dominicana, la brujería es una práctica cultural con raíces africanas, indígenas y europeas que se manifiesta en creencias y rituales populares usados para influir en situaciones personales, emocionales o espirituales. Aunque muchas veces se asocia con superstición o magia negra, también existen formas de “brujería blanca” enfocadas en la sanación, la protección y la buena suerte. Estas prácticas suelen incluir el uso de velas, oraciones, hierbas, baños rituales y amuletos, y son llevadas a cabo por personas conocidas como “brujos” o “curanderos”, quienes gozan de cierto respeto (y a veces temor) en sus comunidades.

A pesar de su presencia en la vida cotidiana de muchas personas, la brujería es vista con ambivalencia: algunos la consideran una tradición legítima, mientras otros la rechazan por motivos religiosos o morales, especialmente dentro del cristianismo. En zonas rurales y barrios populares, es común que la gente recurra a este tipo de servicios para resolver problemas de salud, amor, trabajo o conflictos personales, lo que convierte a la brujería en una práctica aún viva, aunque muchas veces oculta o estigmatizada.