Julio Ernesto: “No soy trujillista, pero no podemos negar sus aportes”.
El comunicador Julio Ernesto Martínez aseguró que, pese a la naturaleza autoritaria del régimen de Rafael Leónidas Trujillo, no se puede ignorar el impacto positivo que muchas de sus obras han tenido en el desarrollo de la República Dominicana.
Durante su intervención en el programa “Rumbo de la Tarde”, Martínez explicó que más allá de las atrocidades cometidas por el dictador, el país heredó importantes instituciones, infraestructuras y una visión de Estado que aún hoy siguen influyendo en la vida cotidiana del pueblo dominicano.
Martínez citó como ejemplos los estadios Quisqueya y Cibao, el Monumento a los Héroes de la Restauración, el Palacio Nacional, el Banco Central, el Banco de Reservas y la introducción de la televisión y la radio al país, todos fundados o impulsados bajo el régimen trujillista.
“Trujillo no solo centralizó el poder, también sentó las bases de la economía moderna dominicana, fomentó la industria nacional durante la escasez global de la Segunda Guerra Mundial, y promovió políticas que fortalecieron la moneda local”, expresó el comunicador.
Aunque aclaró que no se considera trujillista, criticó que durante años la sociedad solo se ha enfocado en los crímenes del régimen, dejando de lado los aspectos positivos. “Estudiar la historia de forma selectiva es un error.
A las nuevas generaciones hay que enseñarles tanto lo malo como lo bueno. Solo así se puede construir un país verdaderamente maduro y democrático”, afirmó.
Martínez concluyó señalando que la democracia actual se sustenta en una estructura institucional que, aunque perfeccionada con el tiempo, en gran medida fue iniciada durante la dictadura. “Este país pasó de ser una aldea intervenida a construir un Estado soberano. Ese proceso comenzó, guste o no, con la era de Trujillo. Ignorarlo no le hace justicia a la historia”, dijo.