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Texas Permite Venta De Productos Con THC

June 24 , 2025

El gobernador Greg Abbott ejerció su derecho de veto sobre el polémico proyecto de ley SB 3 que habría prohibido la venta de productos con THC derivados del cáñamo (delta‑8 y delta‑9), devolviendo al mercado una industria valorada en miles de millones de dólares.

Abbott argumentó que la ley vigente debe basarse en un marco regulatorio sólido y acorde con la legislación federal del Farm Bill de 2018, que no respalda una prohibición total, y destacó la necesidad de crear normas claras y una estructura de control efectiva antes de legislar sobre estos productos .

Tras el veto, el gobernador convocó una sesión legislativa especial para el próximo 21 de julio, orientada a definir regulaciones más estrictas: límites de edad (21+), empaques a prueba de niños, restricciones de venta cerca de escuelas y controles de calidad por agencias como la Comisión de Bebidas Alcohólicas.

El sector del cáñamo, que representa alrededor de 8 400 puntos de venta y genera unos US$ 5 500 millones anuales, expresó su alivio. Numerosos pequeños comerciantes temían que un veto total significara el cierre de sus negocios y la pérdida de cientos de miles de empleos .

Mientras tanto, el vicegobernador Dan Patrick mostró su desconcierto por la decisión: calificó el veto como una decisión del gobernador que sugiere que “quiere legalizar la marihuana recreativa” en Texas.

La tensión entre las posturas conservadoras del leadership estatal evidencia una fractura estratégica sobre cómo manejar estos productos.

En resumen, Texas mantiene por ahora la venta de productos con THC, pero se encaminan hacia un sistema regulatorio más estricto. La próxima sesión especial definirá si predominan las restricciones tipo alcohol o si se opta por una prohibición más firme.

En medio del debate, asociaciones de salud pública y grupos conservadores han expresado preocupación por el acceso fácil de jóvenes a productos con THC, especialmente en forma de gomitas o vaporizadores. Estos sectores insisten en que, sin una regulación estricta, el consumo podría dispararse entre menores de edad y provocar problemas de salud mental y adicción a largo plazo.

Por su parte, organizaciones pro cannabis celebraron el veto como una victoria para las libertades individuales y el emprendimiento local. Alegan que los productos derivados del cáñamo han demostrado beneficios terapéuticos y que su legalización responsable puede convertirse en una fuente sostenible de ingresos y empleo para el estado. La discusión ahora se traslada a la sesión especial, donde se definirá el rumbo definitivo de la industria del THC en Texas.