Las fuerzas antipandillas de Haití llevaron a cabo este lunes operaciones estratégicas en el departamento de Artibonite, ubicado a más de 100 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, con el objetivo de despejar la carretera Petite-Rivière-Liancourt-Pont Sondé y garantizar el tránsito seguro en la zona. Las labores contaron con el apoyo de la Policía Nacional de Haití y las Fuerzas Armadas, quienes desplegaron unidades móviles y puntos de control en los tramos críticos de la vía.
Las autoridades informaron que estas acciones forman parte de un plan más amplio para reducir la influencia de las pandillas en regiones clave del país y proteger a los habitantes de ataques y bloqueos de carreteras. Las fuerzas de seguridad aseguraron que continuarán los operativos hasta restablecer la normalidad y mantener la seguridad en Artibonite y otras provincias afectadas.
Mientras tanto, líderes de las pandillas locales advirtieron que no cederán ante la presión de las autoridades y prometieron mantener su lucha contra el sistema, señalando que sus acciones continuarán hasta lograr sus objetivos. Este enfrentamiento mantiene en alerta a la población y genera preocupación por la escalada de violencia en el país.
Las operaciones de las fuerzas antipandillas incluyeron patrullajes intensivos en zonas consideradas estratégicas para el tránsito de mercancías y personas. Se establecieron puestos de control móviles y se reforzaron las inspecciones en vehículos que circulan por la carretera Petite-Rivière-Liancourt-Pont Sondé, con el fin de interceptar armas y recursos que puedan ser utilizados por las pandillas.
Funcionarios de seguridad destacaron que la coordinación entre la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas ha sido clave para lograr avances significativos en la recuperación de zonas bajo el control de grupos criminales. Además, se informó que las unidades han recibido apoyo logístico y de inteligencia para anticiparse a posibles emboscadas y ataques de los pandilleros.
Por su parte, la comunidad local ha mostrado reacciones mixtas ante las operaciones. Mientras algunos residentes celebran la presencia de las fuerzas de seguridad y esperan una reducción de la violencia, otros temen represalias de las pandillas que aún operan en áreas aledañas. Las autoridades han pedido mantener la calma y colaborar con los esfuerzos de seguridad reportando cualquier actividad sospechosa.