Robert Robinson, condenado a muerte en Texas por la muerte de su hija en un caso de “bebé sacudido”, recibió una suspensión temporal de su ejecución el jueves por la noche. Mientras rezaba en una celda cercana a la cámara de ejecución, la Corte Suprema de Texas emitió la orden que detuvo su ejecución, proporcionando un respiro crucial para sus abogados y defensores, quienes sostienen que fue injustamente condenado.
La familia de Roberson, al igual que un grupo bipartidista de legisladores de Texas, ha luchado por su liberación, argumentando que las nuevas pruebas sobre el síndrome del bebé sacudido y el abuso que sufrió su hija deben ser reconsideradas. Entre los que han mostrado su apoyo se encuentra el exdetective Brian Wharton, quien lideró la investigación original y ahora cree que el caso fue tratado de manera inadecuada.
En las horas previas a la ejecución, los abogados de Roberson agotaron casi todas las vías legales. La intervención de la Comisión de Jurisprudencia Penal de Texas, que emitió una citación para que Roberson testifique la próxima semana, fue clave para la suspensión, lo que reavivó las esperanzas de su equipo legal. Aunque el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas anuló brevemente una orden de suspensión, la Corte Suprema finalmente detuvo la ejecución.
La familia de Roberson expresó su alivio y esperanza tras la suspensión, destacando que su lucha de más de dos décadas ha sido escuchada. Roberson ahora tendrá la oportunidad de testificar ante la comisión de la Cámara de Representantes de Texas, donde se revisarán los hechos del caso que, según sus defensores, nunca han sido plenamente considerados.
