En la ciudad natal del papa León XIV, la figura del joven italiano Carlo Acutis se ha convertido en el centro de atención de la parroquia y la escuela Blessed Carlo Acutis de Chicago, en vísperas de su canonización prevista para este domingo.
Los estudiantes de quinto grado participan en actividades educativas basadas en cómics titulados “Digital Disciple” (Discípulo digital), donde dibujan lo que Acutis podría haber tenido como fondo de pantalla en su celular y debaten los milagros atribuidos a su intercesión. La parroquia fue la primera en Estados Unidos en tomar el nombre de Acutis, quien falleció en 2006 a los 15 años y está a punto de convertirse en el primer santo millennial de la historia.
Carlo Acutis ha alcanzado una fama comparable a la de una estrella de rock entre jóvenes católicos, gracias a su capacidad para combinar la fe con la tecnología. Desde temprana edad, Acutis desarrolló habilidades informáticas avanzadas, creando sitios web y explorando programación mucho antes de la era de las redes sociales.
Sin embargo, limitaba su tiempo frente a videojuegos, priorizando las relaciones humanas por encima de lo virtual, un enfoque que lo distingue en la actualidad frente a la juventud digitalizada.
El Papa Francisco impulsó activamente su causa de santidad, considerando que la Iglesia necesitaba un modelo accesible y contemporáneo para atraer a las nuevas generaciones. En un documento de 2019, Francisco destacó que Carlo era consciente del potencial adormecedor y consumista de la tecnología, pero sabía cómo emplearla para transmitir el Evangelio y comunicar valores y belleza a su entorno.
El legado de Acutis continúa con León XIV, quien también subraya los desafíos que representa la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, para la humanidad. La canonización del joven simboliza una estrategia del Vaticano para ofrecer a los jóvenes católicos un referente cercano, un ejemplo de cómo la fe y las habilidades modernas pueden integrarse de manera positiva en la vida cotidiana.
La anticipación alrededor de la canonización de Carlo Acutis ha generado un interés global, consolidándolo como un modelo de santidad moderno y atractivo, que demuestra que un joven común puede convertirse en un faro de inspiración y devoción en la era digital.
