El volcán Kilauea, uno de los más activos del mundo, reanudó sus erupciones este viernes con una potente exhibición de lava que alcanzó hasta 30 metros de altura desde el cráter de su cima, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Se trata de la 31ª erupción registrada desde diciembre, una frecuencia inusualmente alta incluso para este coloso hawaiano.
La actividad comenzó en el respiradero norte del cráter, que por la mañana emitía salpicaduras continuas de lava. Horas más tarde, el magma se desbordó y, ya por la tarde, el respiradero comenzó a lanzar fuentes de lava, aunque toda la actividad se mantuvo contenida dentro del cráter, sin representar amenaza para viviendas o comunidades cercanas.
El espectáculo natural atrajo la atención de residentes y turistas en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, mientras que cientos de miles más siguieron las transmisiones en vivo gracias a las cámaras instaladas por el USGS. Estas herramientas, junto con sensores sísmicos y de deformación del terreno, permiten a los científicos anticipar erupciones con varios días de antelación. “Nuestro trabajo es como un montón de hormigas arrastrándose sobre un elefante, tratando de averiguar cómo funciona el animal”, explicó el vulcanólogo Hon, al describir la complejidad del monitoreo volcánico.
A pesar de la fuerza del fenómeno, las fuentes de lava han sido más bajas en los últimos meses. Según Steve Lundblad, profesor de geología de la Universidad de Hawái en Hilo, esto podría deberse a que el respiradero se ha ensanchado, reduciendo la presión del magma. “Seguiremos teniendo erupciones espectaculares”, aseguró. “Serán más anchas, pero no tan altas”.
Más allá del aparente peligro, la lava es vista por muchos hawaianos como un símbolo de creación. Huihui Kanahele-Mossman, directora ejecutiva de la Fundación Edith Kanakaʻole, destacó que el material fundido es un recurso natural que, al solidificarse, forma la tierra que constituye la base de toda la isla. Para algunos, cada flujo lleva consigo historias y la presencia de Pele, la deidad hawaiana del fuego y los volcanes.



